Escribiendo arena.
La mirada es el reflejo del alma. Una mirada nunca miente, nunca oculta, nunca engaña. El mundo de las apariencias, de la pantomima se ve derrotado por la mirada, algo tan personal y característico. Aquí me veo yo en mi fría habitación escribiendo arena, todo se lo lleva el viento, pero a la vez todo queda, permanece, se refleja en mi mirada. Querer ocultar, enseñar, decir, callar, fingir, hacer...así es la vida, cruel, dura, fría, dulce, amarga, cómoda, fácil... Las lágrimas son temores que caen rozando nuestras mejillas hasta desaparecer, la alegría es la máxima expresión de la vida, no todos la alcanzan, pero todos la esperan. Algunos la rozan con la punta de los dedos, pero se escapa como el humo entre ellos. Amar, desear, odiar, temer, imaginar, conseguir...todo se refleja en nuestra mirada, la que nunca miente, la que nunca engaña, la que nos permite conocer realidades diferentes. Si miras tus ojos podrás ver tus sentimientos, tus miedos, tus sueños, tus ilusiones, tu vida. Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad. Dentro de mi mirada hay millones de sueños por cumplir, miles de sueños ya cumplidos, hay amor, amistad, vida, alegría, miedo, deseo, ilusión, así soy yo, así es mi mirada y así es mi vida.