martes, 15 de mayo de 2007

Escribiendo arena.



La mirada es el reflejo del alma. Una mirada nunca miente, nunca oculta, nunca engaña. El mundo de las apariencias, de la pantomima se ve derrotado por la mirada, algo tan personal y característico. Aquí me veo yo en mi fría habitación escribiendo arena, todo se lo lleva el viento, pero a la vez todo queda, permanece, se refleja en mi mirada. Querer ocultar, enseñar, decir, callar, fingir, hacer...así es la vida, cruel, dura, fría, dulce, amarga, cómoda, fácil... Las lágrimas son temores que caen rozando nuestras mejillas hasta desaparecer, la alegría es la máxima expresión de la vida, no todos la alcanzan, pero todos la esperan. Algunos la rozan con la punta de los dedos, pero se escapa como el humo entre ellos. Amar, desear, odiar, temer, imaginar, conseguir...todo se refleja en nuestra mirada, la que nunca miente, la que nunca engaña, la que nos permite conocer realidades diferentes. Si miras tus ojos podrás ver tus sentimientos, tus miedos, tus sueños, tus ilusiones, tu vida. Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad. Dentro de mi mirada hay millones de sueños por cumplir, miles de sueños ya cumplidos, hay amor, amistad, vida, alegría, miedo, deseo, ilusión, así soy yo, así es mi mirada y así es mi vida.





martes, 1 de mayo de 2007

Vida truncada.



Allí estaba ella de nuevo. Sentada en el mismo sitio, a la misma hora de cada día. Pero esta vez su aspecto la delataba aún más. Era un secreto guardado a voces.
Estaba esperando más nerviosa de lo normal a la "cunda" que la llevaría a por su dosis. Me quedé quieta un buen rato mirándola, esperando que su vista se fijase en la mía. Y así fue, conseguí llamar su atención, conseguí captar su mirada por unos segundos que parecieron ser interminables.
La joven Sandra no tiene más de 25 años, pero su aspecto le hace parecer una mujer de 40. No pesa más de 50 kilos, está sucia, sus ropas están rotas y sus dientes se han caído por la mala vida que lleva.
Su vida parecía de cuento, era guapa e inteligente, tenía todo, una pareja estable y una familia envidiable. Pero de la noche a la mañana, sus nuevas compañías la hicieron perder todo lo que tenía.
Dejó su vida a un lado, abandonó a su familia y pareja, y sus estudios de arquitectura cayeron en el olvido. Su vida se truncó para siempre.
Entró de lleno en un callejón sin salida hace ahora un año y medio. Pero ya es demasiado tarde para dar marcha atrás, en el fondo desea volver a ser la Sandra que era, feliz y llena de ilusión, pero las drogas pueden más que sus deseos y la arrastran cada vez más hacia el final de sus días.
Sus padres hace meses que no saben nada de ella, se cansaron de que les faltase dinero y todo fuese a parar al mismo sitio, a sus gramos de coca que la hacían sentirse en una nube por unas horas.
Ya es tarde, demasiado tarde...
Allí a lo lejos llega su "cunda" cargada de sueños rotos, y de vidas truncadas. Sandra, mientras llora desesperada, piensa que quizá sea este su último viaje.
Me quedé mirando como el coche se alejaba hasta desaparecer, mientras pensaba en la joven Sandra, tenía toda una vida por delante y no la supo aprovechar.
La realidad, en ocasiones, es cruel, o puede que nosotros la hagamos así, quién sabe.