viernes, 27 de abril de 2007

Buscando miradas.


Esta vez he sido yo la que ha provocado las miradas, esta vez he sido yo la que ha ido buscando miradas deseosas de contar su realidad. Quería demostrar si fue casualidad lo que me ocurrió los pasados días, o si por el contrario, realmente es verdad que puedo ser capaz de ver la realidad verdadera de las personas. Allí estaba él, después de un largo rato sentada en el banco buscando miradas, encontré la suya. Verde, fría como el hielo, llena de vida, pero también de sueños rotos. Nacho no es feliz, nunca hace lo que realmente quiere. No vive su vida, vive la vida que los demás quieren que tenga. A pesar de su juventud, ya sabe lo que es vivir al servicio de los demás, vivir la vida que los demás quisieron llevar. Nacho estudia en un colegio francés aislado de la gran ciudad, va a clases de piano, de violín y de inglés, todas las recibe en el colegio sin salir de él para nada.Vive en una urbanización de familias muy acomodadas a las afueras de la ciudad,apenas sale de casa, no se relaciona casi con nadie, sus padres son muy exigentes, quieren que sea siempre el mejor en todo. Su vida se ha limitado siempre a salir de casa para el colegio, y del colegio a casa. Nunca le ha gustado el francés, ni mucho menos la música, pero eran los sueños por cumplir de su padre, que han terminado por convertirse en su mayor pesadilla. La burbuja en la que sus padres le han hecho vivir, no le ha permitido conocer que hay otra realidad bien distinta a la que ellos le han enseñado. Hoy no ha ido a clases de violín, le ha dicho a su profesora que tenía dentista. En realidad, ha salido a la calle, quería conocer qué clase de vida hay fuera de las vallas de su urbanización y de su colegio. Nacho al principio se ha sentido un poco fuera de lugar, demasiadas prisas y ajetreo, cada uno va a su aire, pero se ha sentido por primera vez en mucho tiempo feliz, se ha sentido vivo. Nacho vive en una cárcel sin rejas, vive en un mundo paralelo a la realidad. Allí nos quedamos mirándonos, dos extraños que parece que nos conocíamos de toda la vida. Su "recreo" había terminado, su madre estaba a punto de ir a buscarle al colegio, como hace cada día a la salida de sus clases de violín. Nacho cogió su mochila, se la colgó al hombro y fue directo a la burbuja que conforma su realidad.





martes, 24 de abril de 2007

El tiempo pasa, pero la vida sigue.


Hoy me ha vuelto a pasar. No me lo podía creer, pensé que sólo fue una casualidad, que había soñado despierta, pero no... hoy me ha vuelto a ocurrir. Ha sido hace un par de horas, justo enfrente de la tienda de dulces que hay al otro lado de la calle. Era un hombre de unos 50 años, atractivo, con un traje muy elegante, parecía un ejecutivo...pero esta vez, ha sido su mirada la que se ha clavado en la mía y he vuelto a sentir el mismo escalofrío y la misma extraña sensación ha recorrido mi cuerpo. Jorge es padre de familia, tiene 2 hijos y está casado desde hace más de 20 años. Es un padre de familia ejemplar, adora a sus hijos,a su mujer, y por ellos hace todo lo que sea. Es un alto ejecutivo de una empresa financiera, cobra un elevado sueldo, pero trabaja muchas horas al día y cuando llega a su casa siempre su familia está durmiendo. Hace meses que no habla con su hija pequeña, Lucía, está en una edad complicada, 16 años, y parece ser que padre e hija no conectan demasiado. Por no hablar de Marco, su hijo mayor tiene 19 años y no tiene claro que es lo que quiere hacer con su vida. Jorge ya no sabe que hacer, sus hijos sólo quieren dinero y más dinero, pero siente que les está perdiendo, igual que a su mujer a la que no le dedica todo el tiempo que ella necesita y se merece. Jorge no puede con todo, no puede más. Su vida le ha enseñado un fácil camino para evadirse de esta realidad, no quiere afrontar que su trabajo le absorbe muchas horas al día y que no puede hacer feliz a su familia. Hace unos pocos meses comenzó a beber para olvidar, pero esto no le ha servido de mucho. No rinde en el trabajo, y llega más tarde a casa que nunca, con lo que Mónica,su esposa, comienza a sospechar que hay otra mujer en la vida de Jorge. Hace justo dos semanas le despidieron de su trabajo, por llegar borracho y por no realizar su trabajo correctamente. De esto no sabe nada su familia, el simula a diario seguir con su trabajo para no dar explicaciones a su familia. Y cada vez se está hundiendo en un pozo del que sólo consigue ver la luz cuando está borracho. Sus cuentas bancarias están bajando rápidamente,se pasa todo el día dando vueltas por la ciudad en busca de otros bares, incluso ha llegado a su casa en varias ocasiones borracho. Mónica no aguanta más y hoy mismo le ha pedido el divorcio. Jorge ahora mira a su alrededor y se ve sólo, en cuestión de meses ha perdido todo lo que tenía, su familia y su empleo. Su mirada está apagada, triste, pero en el fondo pide ayuda a gritos para salir del pozo en el que está hundido. De repente, un autobus cortó nuestras miradas. Jorge se montó en un taxi y se marchó , yo continué con mi camino evitando todas las miradas que en él se me cruzaban.


viernes, 20 de abril de 2007

La vida en un instante.


Hoy me ha pasado algo muy extraño. Llegaba a casa como cada día de mi trabajo, no recuerdo que hora era, pero temprano, muy temprano como siempre. A dos manzanas de llegar, me llamó la atención una joven chica, de unos 18 años, vestida con una minifalda roja, y una camiseta muy corta negra.
La he mirado a los ojos...y una sensación extraña ha recorrido todo mi cuerpo, ha sido como que toda su vida, su historia la conociese.
Ella nació en un pequeño pueblo de Rumanía, es la mayor de 3 hermanos. Su padre murió hace un año, y su madre prefiere beber para olvidar la pésima situación en la que vive. Así que a Paula no la queda más remedio que vender su cuerpo para sacar adelante a su familia.
Entre la casa, sus hermanos, su madre y su trabajo, la chica no tiene tiempo para vivir su vida, para ser como una joven de su edad...
Paula desconoce por completo el significado de la palabra amor,ni siquiera sabe qué es eso. Nunca ha sentido una caricia, nunca ha recibido un beso, no entiende lo que son los sentimientos.
Cada día sigue la misma rutina, lleva al colegio a sus hermanos pequeños y se vuelve a casa para hacer las labores. Mientras, su madre está bebiendo sentada en la misma silla de siempre, en la única y fría habitación que tiene su humilde casa. Después de hacer las labores, va a buscar al colegio a sus hermanos, a los que trata como si fuesen sus propios hijos, y siempre, día tras día se repite la misma pregunta, ¿por qué no puedo ser como una chica de mi edad?
Llegan las 10 de la noche, acuesta a sus hermanos, y a su madre que ha caído redonda después de beber tanto alcohol. Después Paula comienza el ritual de todas las noches, plancha su minifalda roja gastada por el tiempo y el uso, coge su camiseta negra, se pinta los labios y se pone su sonrisa forzada con la que atre a sus clientes. Así una y otra noche, así desde hace dos años.
Nuestras miradas se cruzaron sólo unos segundos, me pareció una eternidad. Esa extraña sensación me hizo sentir rara, me hizo sentir fatal, y cada vez que pienso que no puedo hacer nada por esa chica...